Central Trinidad (Hoy FNTA), fundado por norteamericanos en 1892. Debe su nombre a la primera Federación Nacional de Trabajadores Azucareros, fundada por el inolvidable líder de los trabajadores Jesús Menéndez Larrondo, a partir del 13 de octubre de 1960 cuando es nacionalizado por el Gobierno Revolucionario, pasando a propiedad del pueblo. Su última zafra la realizó en el 2004, manteniéndose desde esa fecha paralizado y conservado, para convertirse una vez que culmine el proceso inversionista en el museo FNTA.
Como parte del atractivo Técnico e Histórico, que se presenta en este Museo, se exhiben locomotoras de vapor con carros de líneas que fueron los encargados de trasladar la caña cortada desde los cañaverales, hasta el Ingenio. Se garantiza un aparcadero o estación de ferrocarril, típico colonial para que bajen del tren turístico nuestros visitantes y se brinda un ranchón campesino, para el disfrute de los visitantes.
Salas: sala de historia y sala de video, área planta moledora, área de fabricación de azúcar, área de generación de vapor, locomotoras de vapor, el basculador del Ingenio, cuchillas picadoras de caña, los molinos, tanque de jugo mezclado, bombas de guarapo mezclado, calentadores de guarapo, clarificador, filtros rotatorios al vacío, tanque receptor de jugo clarificado, calentadores de guarapo clarificado, vasos evaporadores, tachos, cristalizador, centrifugas, planta moledora, planta eléctrica.
¿Cómo llegar?
Dirección: Batey Central FNTA, en Trinidad. Provincia Sancti Spíritus, perteneciente a la UEB Sancti Spíritus
Teléfono: 045 997104
A tan solo 5 km de la 8va Villa San Juan de los Remedios y a las puertas del Polo Turístico Cayo Santa María del que nos separan 52 km y a similar distancia de Santa Clara, la Ciudad del Ché, puede encontrar el Museo de la Agroindustria Azucarera Marcelo Salado en el km 3 ½ de la carretera Caibarién - Remedios, perteneciente al municipio de Caibarién, provincia de Villa Clara.
Con un área con más de 250 años de tradición en el cultivo de la caña de azúcar que ha ido evolucionando desde las herramientas más primitivas de extracción del jugo de la caña, transitando por el trapiche, posteriormente el Ingenio y convertido en industria en 1891 donde fue bautizado con el nombre de Central “Reforma”; para posteriormente en el proceso de Nacionalización en el año 1960 otorgársele el nombre de Marcelo Salado Lastra en honor a un mártir de Caibarién.
Un cóctel de bienvenida de Guarapo, el jugo natural más dulce del país; y la historia contada por imágenes desde el origen de la caña de azúcar, su llegada a Cuba y su papel protagónico por varios siglos en nuestra nacionalidad, sientan las bases para el comienzo de su visita.
Sus principales áreas son: “Del Trapiche al Central", “Manipulación de la Caña”, “Generación de Vapor” ,“Fabricación”,
¿Cómo llegar?
Dirección: km 3 ½ de la carretera Caibarién - Remedios, Caibarién. Villa Clara.
Teléfono: 042 323586
El museo de la agroindustria azucarera Patria o Muerte, se encuentra situado en la provincia de Ciego de Ávila a 36 km de la capital provincial, a 3 Km de la ciudad de Morón, a 65 Km del destino Jardines del Rey y aproximadamente a 502 km de la capital del país.
Fundado en el año 1914 y considerado el punto de origen del poblado que hoy lleva su nombre, el Central Patria dio su último grito de molienda en el año 2000, entrando al prisma del futuro como una propuesta de ingenio museo.
Diseñado a partir de la vieja estructura de los centrales azucareros, este ingenio-museo aprovecha al máximo el potencial que ofrecen estas infraestructuras marcadas por el tiempo y la huella de varias generaciones que hincan sus raíces en el núcleo familiar de aquellos poblados a los que le dieron su origen.
El antiguo central ha sido reestructurado en 10 áreas de interés: monte de las banderas, área rústica, área de mecanización, área del basculador, jardín de las variedades, exhibición del vapor, área de los molinos, sala de historia.
¿Cómo llegar?
Dirección: A 36 km de la capital provincial, a 3 Km de la ciudad de Morón, a 65 Km del destino Jardines del Rey y aproximadamente a 502 km de la capital del país
Teléfono: 033 505511
Museo perteneciente a la UEB José Antonio Echeverría (antigua Arechavala) situado a 7 ½ Km. de la ciudad de Cárdenas y a 20km del polo turístico de Varadero. Lugar donde se viene a conocer acerca de la industria azucarera en Cuba, despertando gran interés entre sus visitantes, y que tiene a bien compartir este patrimonio con el mundo.
El ingenio azucarero Progreso fue fundado a finales de la primera década del siglo XIX, por aquel tiempo la principal comarca azucarera de la isla era la jurisdicción de Cárdenas. En 1903 le fue instalada una refinería, desde 1921 pasa a Central contando con teléfono de larga distancia, servicio de correo y estación de ferrocarriles en el batey. En el año 1925 su dueño adquiere las primeras locomotoras, se funda la destilería en 1944 y en 1956 la fábrica de levaduras.
Cuenta la instalación con diferentes espacios que ilustran el camino recorrido por el azúcar: áreas las partes y piezas del proceso de obtención de azúcar de caña. Jardín de variedades que muestra 40 variedades de caña, colección de 28 locomotoras a vapor. Durante la visita tiene la posibilidad de:
- Degustar el jugo de la caña en su forma natural amenizado con música cubana
- Disfrutar de un emocionante paseo en un tren a vapor de principios del siglo XX.
¿Cómo llegar?
Central Smith Comas, Cárdenas. Matanzas
Teléfono: 045 543114
El Patrimonio Histórico Azucarero de Cuba
Cuba fue el primer productor mundial de azúcar de caña a partir de 1818.
Esa condición fue posible por la ocurrencia de una serie de acontecimientos históricos entre los que se destacan: La rebelión de los esclavos y la ruina de la industria azucarera de Haití, que hasta el momento tenía la supremacía de esa producción; la toma de la Habana por los ingleses en 1762 y las medidas de liberación del comercio que después tuvieron una cierta continuidad; la sucesiva introducción de esclavos; la Revolución Industrial Inglesa con la introducción de la máquina de vapor y el ferrocarril y otros adelantos científico-técnicos; clima, agua, tierras y maderas, elemento este último fundamental para la producción de azúcar en ese momento; y la Independencia de las 13 colonias inglesas de la América del Norte, que se convertirían en el principal mercado de nuestros azúcares en breve tiempo y en los años posteriores. En el siglo XIX Cuba produjo más de 34 millones de toneladas de azúcar, cifra de considerables magnitudes para la época.
Los inicios del siglo XX y sus primeras décadas fueron testigos en Cuba del surgimiento inusitado de modernos centrales y gigantescos latifundios, en pleno apogeo de la intervención yanqui que había adquirido las mejores tierras. La Guerra de Independencia, cuyo inicio tuvo lugar en un ingenio azucarero: Demajagua, con la liberación de los esclavos por el Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes, afectó la producción azucarera, pero en 1892, 14 años después de concluida, se produce el primer millón de toneladas de azúcar en una zafra en Cuba, lo que se repetiría en 1894. La “Tea Incendiaria” de la Guerra de Independencia provocó un descenso en la producción y no es hasta 1903 cuando se vuelve a repetir ese volumen de producción de 1 millón de toneladas.
En la época de la república mediatizada, desde 1901 hasta 1958, en las 58 zafras se produjeron en Cuba más de 200 millones de toneladas, lo que representó el 85% de todo el azúcar producido en la historia de esa producción hasta 1958. A partir del triunfo de la Revolución y hasta el año 2000 se produjeron más de 250 millones de toneladas, que representa el 55% de todo el azúcar producido en el siglo XX, o sea, 11% más que toda la que se produjo en la neo colonia en solo 42 zafras contra 58 en la etapa 1901-1958, lo que evidencia la prioridad que esta producción tuvo desde el inicio mismo de la Revolución. El gobierno revolucionario y el pueblo de Cuba fueron capaces de salvar la agroindustria azucarera estancada desde finales de la década de los años veinte, modernizar su equipamiento obsoleto, mecanizar su agricultura, transformar la manipulación de los azúcares, renovar su sistema de cosecha, desarrollar el sistema de ciencia y técnica, elevar la calificación de sus hombres, dignificar su labor y elevar el reconocimiento social de los mismos.
A partir del año 2002 las conocidas circunstancias internacionales e internas, dieron origen a la decisión del país de someter el Sector a un profundo proceso de reestructuración y redimensionamiento cuyo alcance económico, político y social asume ribetes de una Revolución dentro de la Revolución. Las causas de esta reestructuración son bien conocidas a través del documento que sirvió de base a las asambleas iniciales del proceso: la pérdida del mercado preferencial por la desaparición del campo socialista, los bajos precios del azúcar en el mercado mundial contra los altos precios de los insumos productivos, en especial el petróleo, fueron las principales. Se reduce a 56 el número de centrales, el 36% de los que hasta ese momento operaban y en consecuencia las tierras dedicadas a caña se reducen al 40% de las existentes.
La producción de azúcar dejó de ser “la locomotora de la economía”, papel que en lo adelante lograría el país con una canasta de aportes de un grupo de sectores productivos y de servicios. A partir de entonces cambiaron sus estructuras, haciéndolas más ligeras y funcionales para lograr mayor eficiencia. Hoy, la producción de azúcar y derivados en las nuevas condiciones sigue siendo importante para satisfacer la demanda interna y exportar los volúmenes excedentes en cumplimiento de compromisos internacionales y generar la divisa necesaria para su mantenimiento y desarrollo. El proceso histórico de esta producción, por su relevante peso en la economía, signó el surgimiento y desarrollo de la nacionalidad cubana, la cultura nacional, su identidad y la profusa mezcla racial que hoy compone nuestra población. El azúcar está en las más profundas raíces de Cuba y en el sentimiento de los cubanos.
En la historia azucarera resalta el papel de las grandes masas de trabajadores que derramaron sudor y sangre para llevarla adelante y personalidades cuya relevancia en el quehacer azucarero merecen el homenaje eterno: El sabio Álvaro Reynoso, cuyos postulados científicos mantienen plena vigencia, Jesús Menéndez, cuyas luchas a favor de los obreros azucareros frente a la patronal recordaremos siempre, el Ché Guevara, el Ministro de Industrias promotor de la mecanización agrícola que humanizaría el trabajo de la cosecha cañera, Jesús Suárez Gayol, el activo y capaz viceministro de la industria azucarera y que después como guerrillero ofrendó su vida en aras de la libertad de otros pueblos, y Fidel, quien de manera personal durante muchos años dirigió esta producción y nos legó su infinito saber y experiencia.
Es por eso que con independencia del rol que hoy tenga el azúcar y del que pueda tener en la economía del futuro, los azucareros de hoy tenemos la indeclinable obligación de preservar la historia y dibujar la nueva imagen de organismo moderno, diversificado y eficiente sobre la base de nuestras tradiciones históricas, el sentido de pertenencia y al servicio de la Patria. Con ese fin, el Grupo Azucarero AZCUBA ha creado el Programa de Patrimonio Histórico Azucarero con el objetivo general de la búsqueda y preservación de la memoria histórica azucarera, enaltecer los sentimientos y valores del sector y revitalizar el sentido de pertenencia de sus hacedores.