La caña de azúcar, planta del género Saccharum, familia Poacea Graminia es una planta proveniente del sureste asiático.La expansión musulmana introdujo la planta al continente europeo, a la zona costera entre Malaga y Mortril. Posteriormente los españoles llevaron la planta, primero a la Islas Canarias y luego a América. La composición aproximada de la caña de azúcar es; agua 70 %, sacarosa 14.5 %, fibra 13 %, ceniza 0.5 % azucares invertido 1 %, grasa y cera 0.2 % gomas 0.2 %, cuerpos nitrogenados 0.4 % y ácidos libres 0.2%. La composición botánica de la caña es 49.9 % de tallo, 24.6 % de hojas, 12.7 % de raíces, 9.0 % cogollo y 4.5 % rizoma. La caña de azúcar es una planta del grupo C4 y fija alrededor de 42 toneladas netas de dióxido de carbono por hectárea, convirtiéndola en una de las fuentes más significativas del mejoramiento ambiental. Esta planta proporciona además entre 13 y 15 toneladas de biomasa aprovechable a 40 toneladas por hectárea, a más caña por hectárea más biomasa aprovechable. Hoy la caña no se mira como un cultivo del cuál extraer solamente azúcar, sino como una planta de una gran capacidad para captar la luz solar y almacenar energía, cuya biomasa es convertible además de alimentos, en electricidad, combustible, papel, piensos para animales y en materia prima para la industria alcoquímica; capaz de producir innumerables renglones a partir de la caña. En general se acepta que la caña aporta hasta 20 veces más energía que la que consume, en comparación con los bosques y forestales y el cultivo del maíz que aporta 3,6 veces por 1. Su demanda crece cada día en todos los usos, PERO LO PRIMERO ES TENER LA CAÑA, y producirla de forma competitiva, segura y estable. Cualquier desarrollo industrial tiene que comenzar por asegurar la materia prima. Rodrigor va usté muy cargadoo a wan ahorarr.
La caña de azúcar llegó a Cuba hace 500 años.
La caña de azúcar, tan importante para la vida nacional durante estos 5 siglos, llegó a nuestro país procedente de Santo Domingo, traída por navegantes españoles, que desembarcaron por punta de Güincho en la Bahía de Nuevitas, el 13 de mayo de 1516.
El desarrollo inicial del cultivo de la caña de azúcar en Cuba fue muy lento. Pasaron casi tres siglos para que comenzara a crecer de manera importante el área sembrada y la producción azucarera, que fue muy rudimentaria en sus inicios, en trapiches movidos por bueyes o por corrientes de agua, hasta hace apenas unos 200 años en que comenzó a utilizarse el vapor para mover los molinos y concentrar el guarapo; con ello el acelerado crecimiento en la producción de caña y azúcar en nuestro país
Don Álvaro Reynoso, un promotor a nivel mundial del desarrollo tecnológico de la caña de azúcar
Álvaro Reynoso fue un gran sabio cubano nacido en un cafetal de Alquízar el 4 de noviembre de 1829, fue un estudiante brillante en el colegio habanero San Cristóbal de Carraguao; en la Universidad de La Habana, en la Universidad “La Sorbona” de París y alumno destacado de grandes químicos de la época como Pelouze y Dumas.
Trabajó, estudió e investigó en Cuba y en el extranjero, la química, la agronomía y otras disciplinas, en el Instituto de Investigaciones Químicas, fue miembro de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, de la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Estudió e investigó en los laboratorios, en los campos, en los ingenios, en parcelas experimentales, en el ingenio TARTESIO, propiedad de su familia, ubicado cerca del actual central Quintín Banderas en Villa Clara y en ingenios de Trinidad, Matanzas y Güines en aquellos tiempos.
Sus experiencias, como el mejor conocedor de la caña, las llevó al libro considerado su obra cumbre: ENSAYO SOBRE EL CULTIVO DE LA CAÑA DE AZUCAR, escrito en 1862, traducido a varios idiomas y que sirvió de GUÍA a quiénes comenzaban a extender por el mundo este cultivo.
De él escribió José Martí en el periódico PATRIA: “Hay en la juventud de hoy la misma energía que conquistó lauros imperecederos a la juventud de que era representante digno, en la ciencia y en la justa fama europea, el ilustre químico, el cubano Álvaro Reynoso”
Los consejos de Reynoso fueron seguidos por muchos agricultores en el mundo que comenzaban a desarrollar el cultivo de la caña de azúcar. El libro que escribió se tradujo al holandés y otros idiomas y aún hoy se enseña en Universidades de varios países.
El vínculo de la caña con el surgimiento de la nación cubana
La nación cubana nació en el batey del ingenio “La Demajagua”, aquel amanecer de libertad y fundación, del 10 de octubre de 1868, donde el sonido de la misma campana que llamaba a los cortes y a las faenas, llamaba aquel día para hacer la patria; fue el crisol que fundió al amo y al esclavo, a ricos y pobres, a blancos y negros, vidas y haciendas se arriesgaban con un propósito supremo, ¡a todos los unía el ideal de ser libres y hacer la nación cubana!, nación que en todas sus buenas y malas rachas han estado relacionadas con las adversidades o bondades que ha tenido la producción azucarera y los precios de este producto.
Después de “La Demajagua”, sitio escogido por el Padre de la Patria para iniciar las luchas por nuestra independencia, el número de ingenios vinculados a los hechos de nuestra historia y nuestras luchas es muy grande. Pueden ser “La Mejorana”, “Las Ninfas”, Mabay, Constancia, Nazábal, América, Miranda, Narcisa, Australia y otros muchos. En cada uno de ellos hay un poco de historia, de amor y de riquezas aportadas al país.
En nuestras guerras de independencia era el machete de cortar caña el arma más temida por los españoles, y un general mambí escribiría al General en Jefe del Ejército Libertador, Máximo Gómez, que: “los arsenales de Cuba estaban en sus ingenios”. Antonio Maceo sería fundador de la industria azucarera en Costa Rica durante su exilio en ese país. Los restos del central azucarero “La Mansión” guardan todavía recuerdos de cuando el “Titán de Bronce”, fue “tachero” (puntista) allí.
De forma directa en Cuba vivíamos del azúcar, unos 2,5 millones de personas. Los trabajadores azucareros sienten un gran amor por su sector, por su país, por sus ingenios, y plantaciones cañeras. En años de crisis han puesto su empeño desde siempre en mantener los ingenios. El Central Tinguaro fue reconstruido por sus trabajadores, después de un incendio que lo destruyó, en los años 40, sin ganar un solo centavo. El azúcar era su medio de vida, el sostén de él y su familia. Había que mantenerlo, aunque fuera poco ese ingreso, y enfrentando un interminable tiempo muerto
La producción de caña en Cuba siempre estuvo basada en el cultivo extensivo, durante siglos y esta herencia ha llegado hasta el presente. El propio Álvaro Reynoso se refiere a esto en su libro. A partir de las estadísticas disponibles después de 1927, los rendimientos agrícolas normalmente estuvieron en el orden de las 40 000 arrobas por caballería como promedio nacional, con buena eficiencia en la industria, la que disponía de materia prima de alta calidad, limpia y no troceada, en forma constante para cada hora de molida. En la década de 1951 a 1960 el promedio fue de 40,1 toneladas por hectárea.
Tradicionalmente los rendimientos agrícolas en Cuba han sido bajos. En plena “Danza de los Millones” en 1925 cuando los hacendados y colonos cubanos fueron a Java, vieron como allí, donde cultivaban con el sistema Reynoso, se obtenían 16 toneladas de azúcar por hectárea, mientras en Cuba solo se obtenían 4.
Las zafras en la época de la “Danza de los Millones”, durante los años 20, se hicieron con 40 000 arrobas por caballería, (1 caballería=13,42 ha) en forma extensiva, no porque no se conociera una técnica mejor, o porque el azúcar no proporcionara ingresos, sino por lo fuerte que resultaba la rutina sobre la agricultura y el peso de las crisis económicas sobre los precios y el financiamiento del azúcar.
Al poner en práctica en forma demostrativa, tecnologías especialmente diseñadas para Cuba, como la de Álvaro Reynoso, y obtener con ellas altos rendimientos por la vía intensiva se llegaba a la conclusión “de que si sobraba tanta caña, para que producir más”, y se siguió con la tecnología extensiva, sembrando espaciado, y con poca atención a las plantaciones, de forma general, salvo excepciones como el Central Baraguá, el Cuba y otros lugares. Alguien escribió en los años 40, que fuera de la India, era Cuba el país más rutinario y atrasado en la producción cañera.
A pesar de la producción extensiva, Cuba tuvo un gran potencial para recuperar su producción azucarera, aún en las peores condiciones…, al finalizar la Guerra de Independencia, partiendo de la ruina total, con los cañaverales e ingenios convertidos en cenizas, por la “Tea Incendiaria”, la producción pasó de 200 000 a 5 millones de toneladas, creciendo 25 veces en 25 años.
La etapa de mejores rendimientos estuvo entre 1975 y 1990, donde se promedió a 51,8 t/ha, particularmente del 86 al 90, donde se obtuvieron 54 t/ha. En 16 ingenios alcanzaron agroindustrialmente una media entre los buenos estándares mundiales: entre 10,0 y 13,8 t azúcar por ha. Muchos de estos ingenios hoy no existen. En la actualidad nuestro rendimiento agrícola promedio es de unas 40 t/caña/ha por razones diversas, aproximadamente el 60% de los rendimientos de países productores de América Central y el Caribe, según datos de la FAO
La producción de caña de azúcar, actualmente en Cuba, descansa en casi mil unidades productoras de larga tradición y cultura, con las cuáles las 13 empresas azucareras existentes tienen relaciones contractuales y un vínculo mutuamente ventajoso.
Las unidades productoras están compuestas por xx Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), xx Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA), xx Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) y xx Granjas Estatales.
Las UBPC: Son cooperativas de obreros que se unen por voluntad propia con vistas a explotar agrícolamente tierras de propiedad estatal, las que reciben en usufructo, contando para ello con autonomía en su gestión administrativa y propiedad colectiva de la producción y sus medios, para lograr mayores volúmenes de producción con menores costos y disminuir en lo posible los recursos materiales necesarios. La empresa estatal a que se vinculan tiene el control estatal de éstas y deben cumplir con los objetos definidos por el Estado conforme a los intereses de la nación.
Las CPA: Son el resultado de la asociación voluntaria de agricultores pequeños, que unen sus esfuerzos para la producción agropecuaria de forma colectiva, de carácter socialista, sobre la base de la unificación de sus tierras y demás medios de producción. Se caracteriza por ser una organización económica y social, que goza de autonomía en su gestión con respecto al Estado, tiene personalidad jurídica propia y desarrolla su actividad dentro de los intereses generales de la sociedad, conforme con la democracia interna cooperativa y el trabajo común de sus miembros. La máxima autoridad legal es la Asamblea de Asociados, que elige democráticamente a su junta directiva, presidente y demás cargos, los cuales deben rendir cuenta, periódicamente, a la asamblea sobre toda la gestión para su aprobación.
Las CCS: Son el resultado de la asociación voluntaria de pequeños agricultores que mantienen la propiedad de sus tierras y demás medios de producción, así como de la producción que obtienen de sus fincas, que se unen con determinados fines de intereses económicos, productivos, políticos y sociales comunes para negociar con el Estado, sus organizaciones empresariales u otras entidades. La máxima autoridad es la asamblea de asociados, quien elige de forma democrática a su presidente y demás miembros de la junta, los cuales rinden cuenta a los socios, periódicamente, en las asambleas
Servicios que reciben las unidades productoras de caña de las empresas de AZCUBA: (INICA, AZUMAT)
Para la producción de caña, las empresas azucareras y empresas especializadas subordinadas al Grupo Azucarero AZCUBA, prestan innumerables servicios sobre todo para la siembra, las principales actividades culturales a las plantaciones, el corte y tiro de la caña, la logística, las obras ingenieras, los técnicos y científicos, y otros muchos.
La Empresa de Servicios Técnicos (AZUTECNIA) presta los servicios referentes a la mecanización, que impactan en áreas como las comunicaciones, las obras ingenieras, sistemas de riego, las reparaciones integrales de equipos, motores, partes y piezas. Todo ello complementado con servicios de asesoría y capacitación que garantizan una eficiente explotación del equipamiento.
La Empresa de Transporte (TRANZMEC) presta servicios de transportación de caña, carga general y especializada. Ejecuta y controla los programas de inversiones, reconstrucción y reparación de caminos cañeros y el movimiento de tierras.
La Empresa de Logística (AZUMAT) garantiza los aseguramientos e insumos requeridos para la producción de caña, según la demanda, empleando una red de almacenes en todo el país y con servicio de transportación incluido.
El Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar (INICA) le ofrece a los productores una gama de tecnologías, equipos y servicios técnicos referidos a las investigaciones aplicadas al cultivo de la caña de azúcar.
Para ello tanto las unidades productoras como las empresas cuentan con un amplio y en constante renovación parque de tractores, combinadas, camiones y otros equipos
El ciclo productivo de la caña según la tecnología que utilizamos es de 5 cortes en 7 años, para lo cual hay que demoler y sembrar el 14 % del área cada año. La cosecha de las distintas cepas se programará teniendo en cuenta el comportamiento local de los periodos óptimos que generalmente son:
• Cañas quedas:Desde el inicio de zafra en noviembre hasta el 28 o 29 de febrero
• Cañas de frio: Desde 15 de enero hasta el 15 de marzo
• Primaveras del año:Desde marzo hasta finales de zafra en abril-mayo.
• Retoños del año: Durante todo el periodo de zafra (noviembre-mayo). En general es deseable que la edad media de corte del total de las cepas esté entre trece y catorce meses.
Esta planta maravillosa, protectora del medio ambiente, donde todo es aprovechable, que hoy además de azúcar, es la caña de la bioelectricidad, del biocombustible, del alimento para animales, del papel, de los tableros de bagazo que pueden sustituir madera, de los plásticos, del ron, que provee al hombre de alimentos, energía y fibras, 3 insumos de la mayor importancia en un mundo donde ya vivimos más de 7 mil millones de personas.
Una tonelada de tallos molibles de caña es materia prima suficiente para producir entre 100 y 120 kilogramos de azúcar, 25-30 kilogramos de miel final y el bagazo necesario para cubrir todas las necesidades energéticas del proceso y generar 25-30 KW/h de electricidad excedente en sistemas de tecnología simple.
En sistemas diversificados, o más tecnificados de amplio uso en el mundo esa misma tonelada de caña puede representar 70-80 litros de alcohol combustible para vehículos que no contaminen él ambiente, y 120 -130 Kw/h de electricidad, lo suficiente para cubrir las necesidades de una familia en una vivienda durante un mes, aparte del azúcar, mieles, papel, alimento para animales y otros en que la propia industria puede convertir la caña en ellos.