Grupo Azucarero Azcuba: Endulzando la Energía de Cuba
El Grupo Azucarero Azcuba juega un rol importante en la transición energética de Cuba.
Precisamente, ofrece la oportunidad de transformarse de un consumidor a un productor de energía, contribuyendo a la sostenibilidad ambiental, la seguridad energética y el desarrollo económico de Cuba. Implica aprovechar los recursos renovables disponibles, mejorar la eficiencia energética y adoptar tecnologías innovadoras.
En este sentido, el aprovechamiento de los residuos de la caña, como el bagazo (residuos fibrosos del tallo de la caña), ha sido fundamental. Se han desarrollado en los centrales activos cogeneración con el bagazo para producir electricidad y calor, contribuyendo a la autosuficiencia energética de las instalaciones y su aporte a la red nacional.
Actualmente la generación de electricidad a partir de la biomasa cañera aporta las mayores cantidades entre todas las fuentes renovables que se emplean en el país. La cañera proveniente de la producción de azúcar está compuesta por el bagazo y la paja de caña.
Sobresale el empeño en el terreno de generación eléctrica, el Central Melanio Hernández de Tuinucú, Taguasco, de la provincia espirituana, al aportarle a la red nacional unos 4 200 megawatts hora, que representan más del 40 % de sobrecumplimiento con respecto a lo fijado, así como la entrega de 346 horas-vapor a la destilería, cuyo plan de producción se halla al 136 %.
Demostrando una vez más el poder del esfuerzo y la dedicación de trabajadores azucareros, los factores de la provincia espirituana y de la comunidad de Tuinucú donde se encuentra la Empresa Agroindustrial Azucarera Melanio Hernández.
Generar energía renovable a partir de subproductos a partir del aprovechamiento del bagazo de la caña de azúcar para la cogeneración de electricidad y calor es una oportunidad clave así como la biomasa residual de la industria también puede ser utilizada.
Otra de las aristas importantes concebidas en la estrategia de transición energética del Grupo Azucarero Azcuba es continuar impulsando el desarrollo local a través de diferentes proyectos de biomasa que puede generar empleos y oportunidades económicas en las comunidades rurales donde se ubican los centrales azucareros.