Los trabajadores del coloso Uruguay impulsan la producción azucarera en distintos puntos de la Isla.

La creatividad, innovación y el afán de ingenieros, técnicos y obreros de buscar soluciones duraderas a problemas puntuales del andamiaje industrial de la Empresa Agroindustrial Azucarera Melanio Hernández, hacen que este ingenio fabrique azúcar.

A cierta distancia, pareciera que el central Uruguay, de Jatibonico, es un coloso dormido, en reposo, sin actividad, ajeno por completo al ajetreo que desde hace siglos media entre plantaciones cañeras y los engranajes de una industria que chupa jugo y entrega dulce azúcar.

Son solo apariencias. El Uruguay, como abreviadamente lo llama Cuba entera, no muele en la actual contienda… ¡pero está en zafra!

Tal vez, la más cercana evidencia esté dentro de la propia provincia espirituana, concretamente en la Empresa Azucarera Melanio Hernández, de Tuinucú, cuyos directivos han definido como «una fuerza clave» a los hombres que, procedentes del central jatiboniquense, no titubearon ni un instante a la hora de sudar la camisa junto a los lugareños, para conformar uno de los tres turnos de trabajo allí.

Cuando se quiera tomar el pulso exacto a lo que representa la inserción de trabajadores del central Uruguay, primero, en las reparaciones del ingenio Melanio Hernández y, ahora en la zafra azucarera, basta con repasar el área de molinos, justo el punto más crítico de la operación industrial durante las últimas contiendas, donde ocurrían reiteradas roturas e interrupciones.

Por eso Radamés Rodríguez Palmero (Nacho), al frente de la fábrica de Tuinucú, destaca un primer elemento que expresa por sí solo el aporte de esos hombres llegados del Uruguay, tan fusionados hoy a la plantilla del Melanio Hernández que hasta cuesta trabajo identificarlos: “De los tres turnos del central para la zafra, en uno es clave la fuerza de aquel ingenio”.

Resalta que acometieron importantes trabajos de reparaciones en el Melanio Hernández con la intervención de mecánicos del Uruguay; también destaca el desempeño de otras fuerzas de Jatibonico asignadas a las labores del mantenimiento diario en el ingenio de Tuinucú.

Aún parado desde hace dos zafras, el Uruguay tiene en el capital humano un recurso tan valioso que, tanto en la anterior contienda como en la actual, su personal se ha vuelto útil para acometer trabajos de reparaciones e intervenir en la operación industrial de otros ingenios; tal fue el caso el pasado año de la EAA Antonio Guiteras, de Las Tunas.

No ha sido ese, sin embargo, el único (solidario) aporte, como tampoco lo es la brigada de mantenimiento, de día, en función todo el tiempo de lo que necesite la industria.

En función de la zafra fueron ejecutados trabajos por los azucareros jatiboniquenses para la Empresa Agroindustrial Azucarera Ecuador en actividad hoy de Ciego de Ávila, también resultó decisiva la ayuda en áreas tan estratégicas como la de molinos.

Similar gratitud debe anidar en el Mario Muñoz, de Matanzas (ámbito de las calderas)

En el también yumurino Jesús Rabí (sobre todo basculador y molinos)

La tropa del Uruguay está decidida a permanecer con el pie en el estribo hasta el final

En la zafra del Melanio Hernández intervienen unos 20 trabajadores del Uruguay, varios de ellos en puestos claves que contribuyen con sus conocimientos técnicos y todo su saber para continuar en la contienda azucarera 2023-2024 dando todo junto a sus hermanos de la EAA Melanio Hernández. Felicidades azucareros!!

Informaciones del Periódico Escambray.